Sin duda alguna, ha sido una experiencia que te aporta la visión de una realidad y una cultura diferente que, con la ayuda de la familia asignada y con la de los demás voluntarios, permite vivir una experiencia inolvidable y te genera un deseo de repetir lo más pronto posible.
El hecho de que esta experiencia haya sido tan enriquecedora y positiva tiene que ver con Wisdom, con una sonrisa y un esfuerzo diario para que no tengamos ningún problema y nos encontremos cómodos durante nuestra estancia en Koforidua.
La primera foto fue tras terminar un torneo de futbol en la escuela local, aunque lo que iba a ser una foto tranquila nos hizo terminar a todos por los suelos. La segunda de ellas, es en la construcción con los voluntarios Iñigo, Esti y Matxalen.
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