Si me pidieran un consejo: primero escucha y observa, y solo después habla.
Gracias a Hola Ghana he podido sentir que colaboraba con la gente local, que tenía total libertad para darme al máximo y que cada día, como la vida misma, era una aventura.
La finalidad del proyecto llega mucho más lejos que ir a enseñar o construir la escuela: se trata de empatizar con gente semejante a ti o a mí, compartir conocimientos, saciar su curiosidad, aprender cosas que difícilmente aprenderás en un entorno capitalista, sentirte como uno más y que te sientan como un hermano.
Hola Ghana es una ventana a un país no tan distinto al nuestro. Sí, su ritmo de vida es tranquilo (y a veces exasperante); su educación, limitada; Pero estando allí te das cuenta que lo básico, gracias a lo que creas con amigos ghaneses, no es tan diferente. Aprende eso y sentirás que Ghana puede llegar a ser un país al que volver.
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