Se traslado a Londres para aprender un segundo idioma, trabajando como camarero para pagarse la academia. También residió en Nueva York antes de regresar a España, donde trabajo como Analista de Crédito en American Express.

 

Dos años después, convencido de que ese no era el trabajo que deseaba desempeñar y en busca de su verdadera vocación abandonó la multinacional.

 

Necesitaba algo de tiempo para reflexionar sobre lo que realmente deseaba hacer con su vida y realizo el Camino de Santiago, donde conoció a MAMEN. Gracias a ella, Óscar quedó profundamente impresionado por su amor hacia los demás y sus experiencias de voluntariado en Burundi y la India. Pudo apreciar la falta de oportunidades en esas sociedades para que los niños desarrollen su potencial y decidió seguir su destino y viajar a África para intentar aportar su granito de arena.